Un reventón

En el coso político suelen oírse y leerse noticias que más parecen chascarrillos de taberna. Si uno intenta tomárselo a risa, pues como que se lo pasa bien. Pero ver las cosas desde una posición de juerga y chirigota, más allá de las festividades carnavaleras, tiene el peligro de no llegar a profundizar en el sentido de las cosas y ello no es bueno porque nos empalaga el gusto con el dulzor de la broma, y llegamos a no percibir el verdadero sabor de las cosas.

Mi primera reacción ayer cuando escuché decir al Delegado del Gobierno por estos pagos que la Alcaldesa, Doña Rita, había reventado la junta de seguridad, no pude por menos que dejar escapar una carcajada y acordarme, de inmediato, salvando las distancias, de aquella “Paquita Rebentaplenaris” que tanto juego dio en la Valencia de la transición del President Lerma. ¡Cómo fastidia a las izquierdas que las derechas usen de sus mismos métodos!.

¿Cómo que la Señorita Barberá le ha reventado a usted la Junta de Seguridad? Supongo que cuando usted emplea “reventar” lo hace con todas las consecuencias. Quiere usted decir que aquella Junta no sirvió para nada y los representantes de las fuerzas del orden que se reunían para tratar de las pautas a seguir durante los inmediato festejos falleros, quedaron en agua de borrajas y tuvieron que desfilar hacia sus puntos de origen, sin tomarse siquiera uno solo de los mil y un acuerdos que deben preverse para el buen funcionamiento de la ciudad. Porque, si no fue así, doña Rita no le reventó a usted ninguna junta sino que, en todo caso, lo que hizo fue sacarle los colores de una inveterada posición gubernamental por decir no a todo aquello que sale de esta tierra.

Convendrá con la opinión pública que hace falta este tirón de orejas, en la Junta de Seguridad o en la partida de chamelo del domingo por la tarde, para que las cosas funcionen por aquí. En el aire, dos mil cuestiones más: desde el inocente tro de bac hasta el parany, pasando por las terrazas de la playa o las casitas del Puig… ¿Qué falta para que se nos prohíba disparar una mascletà en la Plaza del Ayuntamiento? ¿No creen ustedes que el sonido de los altavoces lanzando al aire el “Valencia en Fallas” de Ramírez, superan los decibelios permitidos para que las grajas puedan anidar en la torre del reloj de Correos? Pues… habría que verlo, y medirlo, no sea cosa que con nuestro solaz y esparcimiento estemos molestando a estos pájaros.

Por cierto, es muy curioso que se pretenda ilegalizar la caza del parany, por ser un método de caza no selectivo, y ayer se publicara en el BOE la nueva ley de regulación de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Es decir, la nueva ley del aborto. ¿Dualidad de criterios?

Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 6 de marzo de 2010