Cosas del hoy

No me canso de ver a la sonriente Vice Presidenta del Gobierno, ir de acá para allá repartiendo recetas de optimismo que ni ella misma se cree. Ni los hornos están para bollos ni la economía para muchas sonrisas. Pero seguramente es una seguidora acérrima de aquello de al mal tiempo buena cara y alguien debe haberle explicado el secreto oriental de irradiar positivismo. Por eso sonríe, aunque en ocasiones no lo parezca.

De momento no da resultado alguno: el paro sigue subiendo y ya hemos traspasado la mágica cifra de los cuatro millones, a pesar del plan de maquillaje, belleza en siete días, que dicho resultado conlleva. ¡Ni por esas! Los brotes se nos han helado y la bonanza económica de una primavera deseada, mal que nos pese, aún tardarán.

Pero claro, las desgracias nunca vienen solas. Que se lo pregunten al ejecutivo que ha visto marchitarse la postal de una conjunción planetaria que fue anunciada a bombo y platillo por la señorita Pajín. Al compañero Barak igual se le ha torcido la brújula y piensa que no sería afortunado la reunión con el compañero José Luís. Y por mucho que se quiera disimular, tratando de buscar justificaciones para el plante, es lo bien cierto que se les ha notado el fastidio. Sobre todo a Doña Leire, de normal sonriente, que al comentar la noticia mostraba un gesto que traducía, bien a las claras, su estado de ánimo. Por cierto, si pueden, no dejen de leer el comentario de Pablo Salazar en Las Provincias del día 3 de febrero, en su Belvedere particular. Merece la pena sonreír a pesar de los augurios.

Y en fin, cosas de hoy que mañana pueden empeorar. Confiemos que no, e intentemos repartir positivismo. Más que nada, por si sirve de algo.

Hay que reconocer, que en ocasiones como las actuales, cuesta.

Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 4 de febrero de 2010