Cambio climático

Los de la Cumbre para el Cambio Climático que en días pasados se ha desarrollado en Conpenhague parece que se han puesto las pilas. Lo que no sabemos muy bien de qué son esas pilas, porque confeccionar un borrador de acuerdo por el que se comprometerán a rebajar los índices de dióxido de carbono (CO2) en un 95%, parece de chiste.

¿Un 95% de qué? ¿De verdad se refieren al total que se produce en la actualidad? ¿Cómo lo van ha hacer?.

Supongo que calculan que para el 2050, fecha tope de la pretendida reducción, todos ellos habrán pasado ya a mejor vida, y con ellos sus potentes jets privados que, digo yo, buena culpa de ese CO2 deben tener. Junto a sus jets, las más de mil limusinas, que según rezaba ayer un medio de comunicación, están puestas a su disposición estos días y que, deben haber dejado Copenhague hecha unos zorros en cuanto a emisiones del puñetero dióxido se refiere.

Para el 2050. ¡Cuan largo me lo fiáis! ¿Antes no puede ser? Hombre, aunque no sea el electoralista e iluso el 95% que se pretende. Lo digo por aquello de que a ver si podemos beneficiarnos de algo en esta vida que se nos escapa día a día, en los efluvios venenosos de tanto y tanto adelanto.

También sería conveniente pararse a analizar qué presupuestos están dispuestos los países asistentes para tan magna empresa. Seguro que alguien tiene visto más de un negocio en ciernes que, si no le quita el dióxido de los pulmones, si le permite un colchón en el que reposar sus avispados huesos. He dicho huesos, no sea que el duendecillo del ordenador nos gaste una mala pasada y se entienda otra cosa.

Porque, vaya otra cosa que se gastan algunos a costa de los “parias de la tierra”.

Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 17 de diciembre de 2009

¿Qué opinas?

© Tema: ValenciaCrónica, por Nasio Martínez basado en ProBlogger Template 2009

Back to TOP