La almohada sirve para algo más que consultar

Se acabaron las fallas y la ciudad recupera su ritmo normal a la espera de que, en breve, aparezca la Pascua para ofrecernos su descanso bucólico y reparador. Toda una suerte de esta Valencia que enlaza unas fiestas con otras, jalonando momentos de un año festivo que le haga olvidar la dura estrechez por la que pasa nuestra economía. Porque para divertirse tampoco hace falta demasiado. Sólo ganas de juerga e imaginación.

Que se lo pregunten a los que se les ha ocurrido eso de la II Pillow Fight VLC que convocan para un día en plena plaza de la… No digo ni el día ni el lugar porque, ni me parece adecuado el momento ni el sitio y no quiero hacerles publicidad.

Pues lo dicho. El evento se trata de acudir todos, provistos de una almohada y a una determinada hora liarse a almohadonazos con todo ser vivo que tengas alrededor, participe de la gamberrada o no. Porque no deja de ser una gamberrada, por mucho que los patrocinadores intenten presentarlo como algo festivo y cordial.

Imaginaos un paseo vespertino y primaveral por el lugar escogido y, sin comerlo ni beberlo, te llevas un cojinazo en la cabeza que, no te la va a romper, evidente, pero mira por donde llevas gafas y te vuelan. ¿Qué simpático, no?

Pues de esas vamos. Y digo yo, ¿porque no espera el ayuntamiento a desmontar el enjaulado de la plaza del Ayuntamiento? sí, ese que impide que las explosiones pirotécnicas de las fallas dañen a los espectadores, y dentro, aquellos contendientes que lo deseen, puedan desarrollar sus almohadoneras batallas hasta que se caigan exhaustos. Allí si podrán dar rienda a sus ansias bélicas y no molestarán a los que no se sientan atraídos por la experiencia.

Aún veremos más.

Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 30 de marzo de 2010