Berlusconi
Como no podía ser de otra forma, toda la prensa se hace eco de la agresión que padeció Berlusconi en el día de ayer, a manos de un individuo, de apellido Tartaglia. Muy italiano y muy en relación con cierta familia que aparecía en la película El Padrino. Supongo que nada tendrá que ver. Martínez los hay a capazos en este país, y no todos tienen algo que ver con aquel político conocido en el ruedo como Rosita la Pastelera. Bien, a lo que vamos. Ríos de tinta (es un tópico, pero es así) se han vertido sobre la forma, modo y manera de la terrible agresión que dejó a Don Silvio hecho unos zorros, con perdón.
Dejando de lado cualquier otra consideración que la tan sobada libertad de expresión nos permita, yo no tengo más remedio que calificar de auténtica salvajada los hechos. No sé, ni me interesa, qué había dicho il Cavalieri en su mitin de Milán, tal vez conociendo sus formas, pues igual se pasó en algún alarde chulesco de prepotencia… pero de ahí a la agresión, media todo un abismo que ningún puente de educación y buenos modales ciudadanos debe enlazar.
La prensa digital, evidente, lleva en portada y destacado el asunto. No lo que dijera o dejara de decir, sino los resultados del ataque, mostrando la patética imagen del mandatario italiano con un tremendo corte en una cara desencajada y ensangrentada, como no terminando de creer lo que le había sucedido.
Mis palabras no vienen por ello, sino por los comentarios que algunos de los lectores se atreven a apostillar bajo la noticia:
“El agresor se ha tenido que hacer mucho más daño que el que le ha hecho a Berlusconi... con lo dura que tiene la cara!!!” “eso fue una agresión en defensa propia” ”el agresor debería ser exculpado” “está bien que de vez en cuando el llamado pueblo llano recuerde a estos politicuchos que no son intocables” “Que se joda!. Es lo que siempre han hecho los fachas dictadores pegar y reprimir a la población tomar de vuestra propia medicina” “Eso por bocazas e ir siempre de vacilon” “aver si ahora por lo menos deja de decir que es guapo” “ZAS! En toda la boca...” “quien sienbra tormenta recoje tempestades”
He querido “respetar” la ortografía de los animados críticos berlusconianos, tal vez porque con ella se demuestra el grado de formación y la madurez de que presumen. Pero no les da vergüenza enseñar su tarjeta de visita.
Esta es una ligera muestra de los más de 200 comentarios que seguían a la noticia. Unos a favor, y en otros en contra, ¡faltaría más! Reproduzco lo más significativos y silencio algunos que me da vergüenza reproducir.
Me pregunto ¿esto es libertad de expresión? ¿Cómo puede, no sólo justificarse la violencia, sino alentarla? No entro a valorar al señor Berlusconi, pues con la que nos está cayendo en este país, no me queda tiempo para otras latitudes, pero entiendo que un acto como el sucedido ayer en Milán es un delito y como tal debe tratarse.
Respeto. Esa es la clave.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 15 de diciembre de 2009
Dejando de lado cualquier otra consideración que la tan sobada libertad de expresión nos permita, yo no tengo más remedio que calificar de auténtica salvajada los hechos. No sé, ni me interesa, qué había dicho il Cavalieri en su mitin de Milán, tal vez conociendo sus formas, pues igual se pasó en algún alarde chulesco de prepotencia… pero de ahí a la agresión, media todo un abismo que ningún puente de educación y buenos modales ciudadanos debe enlazar.
La prensa digital, evidente, lleva en portada y destacado el asunto. No lo que dijera o dejara de decir, sino los resultados del ataque, mostrando la patética imagen del mandatario italiano con un tremendo corte en una cara desencajada y ensangrentada, como no terminando de creer lo que le había sucedido.
Mis palabras no vienen por ello, sino por los comentarios que algunos de los lectores se atreven a apostillar bajo la noticia:
“El agresor se ha tenido que hacer mucho más daño que el que le ha hecho a Berlusconi... con lo dura que tiene la cara!!!” “eso fue una agresión en defensa propia” ”el agresor debería ser exculpado” “está bien que de vez en cuando el llamado pueblo llano recuerde a estos politicuchos que no son intocables” “Que se joda!. Es lo que siempre han hecho los fachas dictadores pegar y reprimir a la población tomar de vuestra propia medicina” “Eso por bocazas e ir siempre de vacilon” “aver si ahora por lo menos deja de decir que es guapo” “ZAS! En toda la boca...” “quien sienbra tormenta recoje tempestades”
He querido “respetar” la ortografía de los animados críticos berlusconianos, tal vez porque con ella se demuestra el grado de formación y la madurez de que presumen. Pero no les da vergüenza enseñar su tarjeta de visita.
Esta es una ligera muestra de los más de 200 comentarios que seguían a la noticia. Unos a favor, y en otros en contra, ¡faltaría más! Reproduzco lo más significativos y silencio algunos que me da vergüenza reproducir.
Me pregunto ¿esto es libertad de expresión? ¿Cómo puede, no sólo justificarse la violencia, sino alentarla? No entro a valorar al señor Berlusconi, pues con la que nos está cayendo en este país, no me queda tiempo para otras latitudes, pero entiendo que un acto como el sucedido ayer en Milán es un delito y como tal debe tratarse.
Respeto. Esa es la clave.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 15 de diciembre de 2009
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