¡Vaya con el Ayuntamiento!
Flaco favor que hacen los ediles populares de esta ciudad al ceder al chantaje, puro y duro de sus colegas socialistas, que a su vez siguen, al pie de la letra y sin saltarse una coma del guión, las directrices de bien conocidas fuerzas norteñas por ir engullendo, como diría aquel expresidente de la transición, sin prisas pero sin pausas, a estas tierras, en un hipotético edén europeo de nombre Països y de apellido que callo, no sólo por pudor y decencia, sino porque, como decía cierto personaje de estos últimos días, su sola pronunciación me es “vomitiva”.
Me da a mí que en determinada institución ubicada un poco más allá de la desembocadura del Ebro estarán frotándose las manos. No sólo por el éxito que para ellos representa la sumisión (¿tendríamos que decir rendición?) a las avariciosas glotonerías catalanas, sino también porque se reirán, a carcajada limpia, de que ya estamos otra vez los valencianos liados en esa especie de cruzada fratricida que, de vez en cuando nos revuelve las entrañas para tomar partido, encarnizadamente, por una u otra opción.
Pregunto a los valencianos de a pie, no a los políticos que es evidente su parcialidad, toda vez que en ella va el enfrentamiento con la oposición; ni a determinado sector de la docencia valenciana, puesto que a su posicionamiento va unida la posibilidad o no de las edición y distribución de su obra; ni a los que confunden una tendencia u otra con pseudo-progresías o anquilosamientos en antiguos regímenes… Pregunto, repito, ¿no les molesta perder su propia personalidad?
Pero no nos equivoquemos. La culpa de todo esto es única y exclusivamente de los valencianos que nos hemos dejado atropellar. Y todo lo que se nos ocurre es atacar, con lo que estamos convirtiéndolos, ¡encima! en mártires. Creo que es un error, un gran error. Los que nos sentimos valencianos debemos trabajar por esa valencianía tan denostada hoy y no estar siempre a la contra. No debemos estar contra nada, al fin y al cabo trabajo costó conquistar la democracia y hay que fomentarla con trabajo y sobre todo con educación. Aspecto éste que no suele demostrarse demasiado.
Recordémoslo. Si alguien se siente catalán, pues tiene todo el derecho a decirlo. Ahora bien, el que se sienta valenciano, que lo diga también, que no lo calle, y que se exprese como quiera ¿O es que sólo tienen derechos los que siguen las tesis del IEC?
Ya está bien de insultos. Señores, cada uno a lo suyo que el tiempo ya se encarga de descubrir las verdades.
Como supongo que alguien dirá que los valencianistas siempre nos expresamos en castellano, pues dejo al lado el mismo artículo en valenciano. Y lo hago así porque me interesa que se entienda por los valencianos y castellano-parlantes. Que en esta tierra hay de todo.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 6 de noviembre de 2009
Me da a mí que en determinada institución ubicada un poco más allá de la desembocadura del Ebro estarán frotándose las manos. No sólo por el éxito que para ellos representa la sumisión (¿tendríamos que decir rendición?) a las avariciosas glotonerías catalanas, sino también porque se reirán, a carcajada limpia, de que ya estamos otra vez los valencianos liados en esa especie de cruzada fratricida que, de vez en cuando nos revuelve las entrañas para tomar partido, encarnizadamente, por una u otra opción.
Pregunto a los valencianos de a pie, no a los políticos que es evidente su parcialidad, toda vez que en ella va el enfrentamiento con la oposición; ni a determinado sector de la docencia valenciana, puesto que a su posicionamiento va unida la posibilidad o no de las edición y distribución de su obra; ni a los que confunden una tendencia u otra con pseudo-progresías o anquilosamientos en antiguos regímenes… Pregunto, repito, ¿no les molesta perder su propia personalidad?
Pero no nos equivoquemos. La culpa de todo esto es única y exclusivamente de los valencianos que nos hemos dejado atropellar. Y todo lo que se nos ocurre es atacar, con lo que estamos convirtiéndolos, ¡encima! en mártires. Creo que es un error, un gran error. Los que nos sentimos valencianos debemos trabajar por esa valencianía tan denostada hoy y no estar siempre a la contra. No debemos estar contra nada, al fin y al cabo trabajo costó conquistar la democracia y hay que fomentarla con trabajo y sobre todo con educación. Aspecto éste que no suele demostrarse demasiado.
Recordémoslo. Si alguien se siente catalán, pues tiene todo el derecho a decirlo. Ahora bien, el que se sienta valenciano, que lo diga también, que no lo calle, y que se exprese como quiera ¿O es que sólo tienen derechos los que siguen las tesis del IEC?
Ya está bien de insultos. Señores, cada uno a lo suyo que el tiempo ya se encarga de descubrir las verdades.
Como supongo que alguien dirá que los valencianistas siempre nos expresamos en castellano, pues dejo al lado el mismo artículo en valenciano. Y lo hago así porque me interesa que se entienda por los valencianos y castellano-parlantes. Que en esta tierra hay de todo.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 6 de noviembre de 2009
¿Qué opinas?
Publicar un comentario