¡Tierra a la vista!
No todo tenía que ser malo. Dejando a un lado el derrape del Ministro del Interior con el parlamentario del PP, esta semana parece que se despeja el horizonte. Por cierto ¿no se nota una distinta vara de medir entre Camps y Rubalcaba, a la hora de echar sus campanas al vuelo? ¿No? Pues yo diría que sí ¡y bastante!
Pues ya vemos. Se aclara el tema del Alakrana con el pago de un rescate que nadie sabe de dónde ha salido. Está bien eso ¿no? Casi tres millones de euros ¡que se dice pronto! y parece que hayan caído del cielo como el bíblico maná. Bueno, caído del cielo sí, porque todos hemos visto como se hizo bajar el fardo en el que supuestamente iba la pasta, balanceándose colgado de un paracaídas. Pastuki, como decía el Bigotes, que no parece haya sido producto de ningún esponsor, ya que no recuerdo haber visto logo alguno, ni en el fardo ni el paracaídas. Y puesto que aquello iba a ser visto por muchísimos espectadores, si hubiera habido de por medio algún patrocinador, como que, digo yo, habría colocado su sello distintivo, por aquello de la publicidad. Pero maná no, porque no creo que el dinero, ese dinero en concreto, haya llegado por gracia divina. No obstante, el dinero ha hecho el milagro. De un lado la liberación del atunero y su tripulación, y de otro la población somalí que se ha visto una lluvia de millones como si les hubiera tocado el euromillón. Todos contentos. Los secuestradores a gastar y sus tenderos a ganar. Pero insisto ¿de dónde ha salido? Ya hay, según dice la prensa, una investigación del fiscal de turno correspondiente, pero…
Y de otro lado, la superministra de economía Doña Elena Salgado que nos viene de nuevo con el cuento de siempre. “Érase una vez…” y a continuación nos da nuestras diarias raciones de cal y de arena. Primero lo malo, para que con el gustillo de la segunda se nos olvide su virulencia. “El paro en 2010 será peor que en 2009”. Y sin darnos tiempo a reaccionar, por aquello de que quién evita la ocasión evita el peligro, “empezaremos a crecer en 2010, un crecimiento débil en la primera mitad, más velocidad en la segunda y creceremos más en el 2011” Una mascletà. Los valencianos sabemos mucho de esto y siempre hemos disfrutado hasta la locura con el terremoto final. Y la ministra Salgado ha sido eso, un terremoto final in crescendo que nos lleva a momentos de delirio. Faltaba la carcasa que marca el fin. Las declaraciones de la OCDE avalando la ministerial profecía, aunque para ello hayan tenido que corregir, al alza, sus expectativas anunciadas no hace mucho. Todo un frenesí. ¿Han caído también del cielo como el rescate del Alakrana? ¿A cambio de qué la corrección de la OCDE? –vaya, un pareado–.
Todo no podía ser tan bonito. A renglón seguido y queriendo hacernos una gracia, nos mete el dedo en el ojo: nos anuncia la ministra, ni más ni menos, que el gobierno tendrá lista a finales de mes una Ley de Economía Sostenible. ¡Horror! ¿La economía de quién hay que sostener? Ya me parecía a mí que eran demasiadas alegrías para una semana.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 20 de noviembre de 2009
Pues ya vemos. Se aclara el tema del Alakrana con el pago de un rescate que nadie sabe de dónde ha salido. Está bien eso ¿no? Casi tres millones de euros ¡que se dice pronto! y parece que hayan caído del cielo como el bíblico maná. Bueno, caído del cielo sí, porque todos hemos visto como se hizo bajar el fardo en el que supuestamente iba la pasta, balanceándose colgado de un paracaídas. Pastuki, como decía el Bigotes, que no parece haya sido producto de ningún esponsor, ya que no recuerdo haber visto logo alguno, ni en el fardo ni el paracaídas. Y puesto que aquello iba a ser visto por muchísimos espectadores, si hubiera habido de por medio algún patrocinador, como que, digo yo, habría colocado su sello distintivo, por aquello de la publicidad. Pero maná no, porque no creo que el dinero, ese dinero en concreto, haya llegado por gracia divina. No obstante, el dinero ha hecho el milagro. De un lado la liberación del atunero y su tripulación, y de otro la población somalí que se ha visto una lluvia de millones como si les hubiera tocado el euromillón. Todos contentos. Los secuestradores a gastar y sus tenderos a ganar. Pero insisto ¿de dónde ha salido? Ya hay, según dice la prensa, una investigación del fiscal de turno correspondiente, pero…
Y de otro lado, la superministra de economía Doña Elena Salgado que nos viene de nuevo con el cuento de siempre. “Érase una vez…” y a continuación nos da nuestras diarias raciones de cal y de arena. Primero lo malo, para que con el gustillo de la segunda se nos olvide su virulencia. “El paro en 2010 será peor que en 2009”. Y sin darnos tiempo a reaccionar, por aquello de que quién evita la ocasión evita el peligro, “empezaremos a crecer en 2010, un crecimiento débil en la primera mitad, más velocidad en la segunda y creceremos más en el 2011” Una mascletà. Los valencianos sabemos mucho de esto y siempre hemos disfrutado hasta la locura con el terremoto final. Y la ministra Salgado ha sido eso, un terremoto final in crescendo que nos lleva a momentos de delirio. Faltaba la carcasa que marca el fin. Las declaraciones de la OCDE avalando la ministerial profecía, aunque para ello hayan tenido que corregir, al alza, sus expectativas anunciadas no hace mucho. Todo un frenesí. ¿Han caído también del cielo como el rescate del Alakrana? ¿A cambio de qué la corrección de la OCDE? –vaya, un pareado–.
Todo no podía ser tan bonito. A renglón seguido y queriendo hacernos una gracia, nos mete el dedo en el ojo: nos anuncia la ministra, ni más ni menos, que el gobierno tendrá lista a finales de mes una Ley de Economía Sostenible. ¡Horror! ¿La economía de quién hay que sostener? Ya me parecía a mí que eran demasiadas alegrías para una semana.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 20 de noviembre de 2009
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