Blasco Ibáñez y la ampliación de la Avenida del mismo nombre

"Es conveniente llevar a cabo el proyecto del boulevard desde el antiguo Jardín del Real a los poblados marítimos". La frase, aunque lo parezca, no es de Alfonso Grau ni de Jorge Bellver; no la ha pronunciado la alcaldesa, como réplica a Carmen Alborch, en un acalorado debate. La frase, aunque a algunos progresistas les cueste creerlo, es de un ilustre valenciano del pasado, Vicente Blasco Ibáñez. Y fue escrita en su periódico, el diario republicano "El Pueblo", el 6 de noviembre de 1901 como programa de las elecciones municipales que habían de celebrarse poco después.

Blasco Ibáñez no frecuentó la política local al principio de su carrera. Su presencia en el debate político tiene como finalidad conquistar un escaño al Congreso de los Diputados por el distrito de Valencia ciudad, tarea que conseguía con facilidad gracias a los apoyos obreros en una ciudad de abundante militancia republicana: los distritos populares, y sobre todo los Poblados Marítimos, nunca se le resistían. Sin embargo, en las elecciones municipales de noviembre de 1901, Blasco trazó para los candidatos de su partido, la Fusión Republicana, un programa ideal, "La revolución en Valencia", que resume todo su pensamiento sobre la ciudad y sus necesidades.

Ningún estudioso de la figura de Blasco Ibáñez, ningún investigador, ha señalado hasta la fecha que la propuesta que hizo el líder republicano es un "plagio" de los problemas urbanos que LAS PROVINCIAS venía denunciando ese mismo año, a través de una serie de interesantes reportajes. Todos los grandes asuntos pendientes de la ciudad que el novelista y director de "El Pueblo" reivindica en su famoso manifiesto, habían sido expuestos, con tanta crudeza como la usada por el propio Blasco, por "Ecebe", un colaborador en nuestras páginas. Que el 22 de mayo de 1901 recordó que el Paseo al Mar estaba empantanado en un cajón del Ayuntamiento desde que, en octubre de 1899, salió a concurso su trazado.

En su programa municipal, que pretende halagar a los electores del Marítimo, Blasco incluyó el Paseo al Mar. El texto completo de esa alusión a un bulevar que sigue empantanado 108 años después, es el siguiente: "Es conveniente llevar a cabo el proyecto del boulevard desde el antiguo Jardín del Real a los poblados marítimos. Valencia tendría un nuevo paseo, una verdadera calle moderna semejante a la avenida del bosque de Bolonia en París, o a la Castellana en Madrid, y la parte más extrema del Cabañal, donde veranea Valencia, se uniría a la ciudad por un camino más corto".

La educación, el higienismo, la limpieza, el ajardinamiento, la ampliación de puentes y el buen alumbrado son las piezas clave de la ciudad que Blasco Ibáñez quería. Y eso va unido a un urbanismo que saque de la miseria y el abandono a una ciudad que empieza a tener aspiraciones de gran urbe. "Con una incesante propaganda a favor de los ideales revolucionarios -escribe-hemos cambiado el alma de Valencia: ha llegado el momento de que transformemos su cuerpo, que bien lo necesita".

Blasco situó en el frontispicio de su programa una realidad: "Somos la tercera capital de España: pero en punto a condiciones higiénicas, embellecimiento y aspecto civilizado, figuramos en duodécimo lugar. Castellón tiene mejores paseos, agua superior y más alumbrado que Valencia", señala. A renglón seguido, indica que la ciudad, con 200.000 habitantes, ha vivido sin estímulos, y habla del adormecimiento de las corporaciones. Porque el Ayuntamiento se parece más a "una cofradía del Arte Mayor de la Seda que a una corporación popular, que debe tener el audaz arranque de pensamiento que caracteriza.

Fuente: LasProvincias

Publicado por Nacho M., el 9 de octubre de 2009

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