Reforma laboral

Uno lleva todo el día tratando de averiguar a qué se refiere en concreto nuestro Gobierno cuando nos anuncia una reforma laboral que enderece el camino de la creación de empleo. Se puso tan amenazador que hasta los sindicatos, de normal domesticados por la Moncloa del Sr. Rodríguez, saltaron por los aires con improperios como los proferidos por el Sr. Fernández Toxo tachando al Gobierno de una pandilla de aficionados.

A estas alturas, lo único que sabemos de boca del aeronáutico Sr. Diaz Ferrán al decirnos que “van en la buena dirección" y que gracias a ellas, a las reformas, será más fácil "volver a la senda de la creación de empleo". "unas reglas más modernas" que nos sitúan "en el entorno del resto de los países europeos". Declaraciones de la patronal que deberíamos encarar con la de los sindicatos para hacernos una idea de por dónde van los tiros. Porque tiros, si la cosa suena como la pintan los empresarios, me supongo que se van a escuchar.

De todos modos, al parecer la anunciada reforma está quedándose en un documento de intenciones que luego veremos en qué se traducen. ¿Más globos sonda…? Aquí no hay quien se moje las posaderas y ya se sabe que, sin mojarse, resulta más bien difícil pescar. El Sr.Corbacho quiere sacar adelante su plan y no sé si contará con el beneplácito del Sr. Rodríguez que aún no debe haber olvidado el capítulo 25 del Deuteronomio… y si por alguna de aquellas se hubiera distraído, allí estarán para recordárselo los sindicatos que, para estas cuestiones, si se acuerdan del Evangelio.

Recuérdese que el empresario, en la gran mayoría de los casos, también es un empleado que se gana el jornal y, además, se le exige que cree empleo.

En las próximas jornadas se verán los resultados.

Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 6 de febrero de 2010