Nihil novum…

Si nos fijamos bien, nos daremos cuenta de que este mundo no deja de ser una gran rueda que más pronto o más tarde traerá ante nuestros ojos cuestiones harto conocidas. Una gran noria de la que vamos tirando todos los trabajadores que forjamos el país. Unos más y otros menos, faltaría más, pero dejando aparte algunos pocos privilegiados, el resto a contribuir que es lo nuestro. Y entretanto los más listos del lugar, “cuentacuentos” impertérritos, juglares irreprochables, a seguir con las cantilenas de una letanía de siempre que va adaptándose, a la velocidad del rayo, al paso de los tiempos y que, por mucho que se esmeren, siempre acaba en el punto en el que comenzaron. No por nada, sino para volver a empezar, que es lo suyo. ¡Bien está lo que bien acaba! como decía el televisivo Séneca. Y para ellos, paradojas de la vida, siempre acaba bien. Si repetimos legislatura, pues ya se sabe; si no, a esperar a la sombra de cualquier sicomoro plantado en época de vacas gruesas. ¡Ya vendrán tiempos mejores! Y así es, porque no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Otra cuestión es si nosotros podremos resistirlo o no.

Toda esta disquisición viene a cuento de lo relatado por la prensa. ¡Maldita prensa! Y creo que esta imprecación la he soltado en más de un momento. Resulta, al parecer, que en el Senado ha comparecido el Ministro de Fomento Sr. Blanco y, por primera vez (y no tiene por qué servir de precedente) nuestra flamante Senadora Doña Leire Pajín, ha hecho su estreno con una pregunta sobre la red de Renfe en las cercanías valencianas. Dicen los del periódico que de esto ya era sabedor el PSPV, pero claro, en un examen con un profesor “amigo” no tiene nada de particular que pregunte algo que ya se sabe, por aquello de las facilidades. Por cierto, no sé a que viene eso del PV cuando legal y estatutariamente es la CV, pero de eso podemos hablar otro día.

Volviendo a los trenes se han vuelto a reivindicar las líneas que llevamos años por estas tierras solicitando, y nuestro albo ministro nos suelta algo así como que todo está previsto y que, al final este gobierno está invirtiendo en la red de ferrocarriles para Valencia, más que el Sr. Aznar en dos años concretos. ¡Vaya por Dios ya salió Aznar por medio! Y esto ha sido como una palabra mágica, el password, como se diría ahora, que abre la caja de los truenos. ¿Estaba preparado? Pues… no lo sé, pero igual si, porque ha dado pie a que la Señorita Pajín se explaye (no sé porque cuando escribo “pajín” el ordenador lo corrige y sustituye “patín”. Pruébenlo y verán) ¿Será algún aviso? En fin, que sí. Ahí tenemos a Doña Leire, frunciendo el ceño y arreando estopa a Don José María que me da a mí está más que a la vuelta de todas estas alharacas, no haciéndoles caso.

Yo me pregunto ¿será Aznar el que encabeza toda complot judeo-masónico contra el actual gobierno? ¿Tiene tanto poder que alcanza al FMI, a los gobiernos inglés, francés, alemán, italiano, …? ¿También a la prensa europea? ¡Jolines, qué poder tiene!

Siempre lo mismo.

Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 10 de febrero de 2010

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