Buenos propositos para el año nuevo
“España asume con su "mejor entusiasmo" la tarea de sacar a Europa de la crisis y sentar las bases de una economía más innovadora y sostenible”
Viene a ser como una felicitación: “Próspero año nuevo, tenga usted, don Mengano” Sólo que en esta ocasión siempre se corresponde con un: “Igualmente don Zutano” y en aquella, ante un auditorio entre estupefacto y cachondo, seguro que se oiría algún que otro “Pero… éste de qué va?”
Y eso nos preguntamos: ¿De qué va?... ¿Nos está tomando el pelo…? Porque más bien parece eso. ¿No es usted capaz de sacar a este país de la crisis y ahora pretende hacerlo con la Unión Europea? Como decía el estrafalario conserje de una no menos esperpéntica serie televisiva: ¿Un poquito de por favor? Seamos un poco serios.
Somos todos conscientes de que el discurso político anima mucho. Que un micrófono delante puede subir los niveles de testosterona hasta límites insospechados y con ello, el calentón, está asegurado… Pero aún así la prudencia recomienda ser cauto con la palabra y sensato con las ideas. Algo que es evidente no derrocha el actual jefe del ejecutivo.
En realidad seis meses no son muchos y sus propósitos puede que ni lleguen a proyectos. Quiero creer que la pluma que le escribe los discursos, igual es de la oposición y solo pretende desgastarle, por que si no es así, no se entiende que con cuestiones así cave su propia fosa política.
Vamos a ver. ¿Qué le parece si nos dedicamos un poco más al solar patrio y lo ponemos en condiciones? ¿Qué pueden opinar los casi cinco millones de parados de este país ante semejante bravata? Pues que eso, feliz año y que Dios nos pille confesados porque van a caer chuzos de punta y nos van a pillar escuchando baladronadas, sin un mal proyecto de futuro, creíble y razonable, que nos sirva de casco, y… nos harán pupa.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 5 de enero de 2010
Viene a ser como una felicitación: “Próspero año nuevo, tenga usted, don Mengano” Sólo que en esta ocasión siempre se corresponde con un: “Igualmente don Zutano” y en aquella, ante un auditorio entre estupefacto y cachondo, seguro que se oiría algún que otro “Pero… éste de qué va?”
Y eso nos preguntamos: ¿De qué va?... ¿Nos está tomando el pelo…? Porque más bien parece eso. ¿No es usted capaz de sacar a este país de la crisis y ahora pretende hacerlo con la Unión Europea? Como decía el estrafalario conserje de una no menos esperpéntica serie televisiva: ¿Un poquito de por favor? Seamos un poco serios.
Somos todos conscientes de que el discurso político anima mucho. Que un micrófono delante puede subir los niveles de testosterona hasta límites insospechados y con ello, el calentón, está asegurado… Pero aún así la prudencia recomienda ser cauto con la palabra y sensato con las ideas. Algo que es evidente no derrocha el actual jefe del ejecutivo.
En realidad seis meses no son muchos y sus propósitos puede que ni lleguen a proyectos. Quiero creer que la pluma que le escribe los discursos, igual es de la oposición y solo pretende desgastarle, por que si no es así, no se entiende que con cuestiones así cave su propia fosa política.
Vamos a ver. ¿Qué le parece si nos dedicamos un poco más al solar patrio y lo ponemos en condiciones? ¿Qué pueden opinar los casi cinco millones de parados de este país ante semejante bravata? Pues que eso, feliz año y que Dios nos pille confesados porque van a caer chuzos de punta y nos van a pillar escuchando baladronadas, sin un mal proyecto de futuro, creíble y razonable, que nos sirva de casco, y… nos harán pupa.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 5 de enero de 2010
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