Excusatio non petita, accusatio manifesta
La Dirección General de Tráfico se nos descuelga en este fin de semana, que va a comenzar una campaña de control de la alcoholemia (en la Comunidad Valenciana se prevén unas 40.000 inspecciones), lo que en cierta manera nos tranquiliza y asegura una carretera, si no más libre de conductores bajo los efluvios alcohólicos, que también, sí más vigilada en ese aspecto. Me consta que para muchos de los autorizados a conducir un vehículo por la vía pública, este asunto del alcohol como que le resbala un poco. ¡Yo controlo!, frase estúpida donde las haya que denota la respuesta y el respeto de ciertos individuos hacia la sociedad que los acoge.
Pero la clave no está en los controles exhaustivos. Por muchas inspecciones, sanciones, pérdidas de puntos y retiradas de permisos de conducción (ahora sólo por sentencia firme), si no nos concienciamos de la incidencia del alcohol en la conducción de vehículos, no haremos nada. Hemos de ser capaces de entender que el alcohol puede llevarnos a un estado de euforia fatal para los reflejos ¡y la prudencia! que debe informar en todo momento al que lleva entre sus manos una máquina que puede producir tanta desgracia y dolor.
Hay que saber qué se hace. Está bien un vaso de vino durante la comida, y una copa de cava para el obligado brindis final… lo que no está bien es pasarse en la ingesta y mucho menos conducir después, antes de que nuestro cuerpo haya sido capaz de asimilar ese poco o mucho alcohol ingerido. Debemos ser responsables de nosotros mismos y saber, además, que podemos causar daños a quienes nada han tenido que ver con nuestros excesos.
Al parecer, por lo que he oído en radio esta mañana, la propia DGT ha salido al paso de su tan cacareado afán recaudatorio, justificando sus actuaciones por la prevención de los accidentes… Craso error Don Pere Navarro. No tiene porque justificar las actuaciones preventivas, diciéndonos que no lo hace por recaudar. Excusatio non petita, accusatio manifesta. Cualquier conductor y ciudadano de bien sabe que la prevención en las alcoholemias deben ser actuaciones prioritarias. Aquel que no lo entienda así, es su problema (y por desgracia también el nuestro).
No obstante, también veríamos con buenos ojos que desde la DGT se iniciaran campañas de prevención, destinadas a localizar a los conductores con un índice de alcohol superior al permitido, antes de que hayan cogido sus vehículos, y por lo tanto con anterioridad a que la situación de riesgo se haya producido. ¿Qué les parece potenciar el uso de los alcoholímetros particulares? ¿Por qué en los aparcamientos de centros de ocio, discotecas, restaurantes, etc. no se montan controles voluntarios y gratuitos para que el personal, antes de montarse en sus vehículos, compruebe su estado?:
Buenas noches señor Guardia. Mire que salgo de la cena con unos amigos y antes de coger el coche me gustaría saber si estoy en condiciones o no.
Un momento, por favor, que enseguida le atiendo… Ponga esta boquilla aquí, aspire hondo y sople hasta vaciar sus pulmones.
A ver… Caballero, lo siento. Alcanza usted hasta… y con esa tasa de alcohol no debe conducir. Le aconsejo que pasee durante una hora por aquí y vuelva de nuevo para controlarlo.
o
Puede usted coger su vehículo porque su tasa de alcohol en sangre es “0”, o es mínima y puede usted conducir. Buenas noches y sea prudente
Gracias, agente, y que tenga usted un buen servicio.
¡Maravilloso! ¿Podríamos disfrutar de una cosa así? Parece ciencia – ficción. Pero a lo mejor daba resultado, Sr. Navarro.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 8 de diciembre de 2009
Pero la clave no está en los controles exhaustivos. Por muchas inspecciones, sanciones, pérdidas de puntos y retiradas de permisos de conducción (ahora sólo por sentencia firme), si no nos concienciamos de la incidencia del alcohol en la conducción de vehículos, no haremos nada. Hemos de ser capaces de entender que el alcohol puede llevarnos a un estado de euforia fatal para los reflejos ¡y la prudencia! que debe informar en todo momento al que lleva entre sus manos una máquina que puede producir tanta desgracia y dolor.
Hay que saber qué se hace. Está bien un vaso de vino durante la comida, y una copa de cava para el obligado brindis final… lo que no está bien es pasarse en la ingesta y mucho menos conducir después, antes de que nuestro cuerpo haya sido capaz de asimilar ese poco o mucho alcohol ingerido. Debemos ser responsables de nosotros mismos y saber, además, que podemos causar daños a quienes nada han tenido que ver con nuestros excesos.
Al parecer, por lo que he oído en radio esta mañana, la propia DGT ha salido al paso de su tan cacareado afán recaudatorio, justificando sus actuaciones por la prevención de los accidentes… Craso error Don Pere Navarro. No tiene porque justificar las actuaciones preventivas, diciéndonos que no lo hace por recaudar. Excusatio non petita, accusatio manifesta. Cualquier conductor y ciudadano de bien sabe que la prevención en las alcoholemias deben ser actuaciones prioritarias. Aquel que no lo entienda así, es su problema (y por desgracia también el nuestro).
No obstante, también veríamos con buenos ojos que desde la DGT se iniciaran campañas de prevención, destinadas a localizar a los conductores con un índice de alcohol superior al permitido, antes de que hayan cogido sus vehículos, y por lo tanto con anterioridad a que la situación de riesgo se haya producido. ¿Qué les parece potenciar el uso de los alcoholímetros particulares? ¿Por qué en los aparcamientos de centros de ocio, discotecas, restaurantes, etc. no se montan controles voluntarios y gratuitos para que el personal, antes de montarse en sus vehículos, compruebe su estado?:
Buenas noches señor Guardia. Mire que salgo de la cena con unos amigos y antes de coger el coche me gustaría saber si estoy en condiciones o no.
Un momento, por favor, que enseguida le atiendo… Ponga esta boquilla aquí, aspire hondo y sople hasta vaciar sus pulmones.
A ver… Caballero, lo siento. Alcanza usted hasta… y con esa tasa de alcohol no debe conducir. Le aconsejo que pasee durante una hora por aquí y vuelva de nuevo para controlarlo.
o
Puede usted coger su vehículo porque su tasa de alcohol en sangre es “0”, o es mínima y puede usted conducir. Buenas noches y sea prudente
Gracias, agente, y que tenga usted un buen servicio.
¡Maravilloso! ¿Podríamos disfrutar de una cosa así? Parece ciencia – ficción. Pero a lo mejor daba resultado, Sr. Navarro.
Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 8 de diciembre de 2009
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