El Premio Nobel de la Paz

Jamás hubiera creído que iba a estar de acuerdo con Fidel Castro. ¡Ya ves! Su discurso chulesco y montaraz, siempre a lomos de un comunismo entendido a su peculiar y particular estilo, como que nunca me ha dicho nada. Siempre he visto sus anhelos por perpetuarse en la presidencia, anteponiendo su personal e inconfundible ansia de poder con lo que hubiera relanzado a la isla al mejoramiento de sus condiciones. Pero, no era del comandante de quien quería hablar, sino de su genérico enemigo norteamericano.

Decir Fidel que le ha parecido cínico el hecho de que el Presidente Obama aceptara el Premio Nóbel de la Paz, me parece bastante ajustado a lo medianamente razonable. ¿Se les ha ido la pinza a los del Nóbel para esto? ¿Qué ha hecho medianamente en pro de la paz el actual presidente norteamericano merecedor del premio? ¿Acaso no hace demasiados días ha anunciado aumentar considerablemente las tropas en Afganistán?

Y última pregunta ¿No había otra persona con más méritos? A poco que hubieran buscado, seguro que la encontraban.

La guinda. Tal vez es cierto que el uso de la fuerza, en ocasiones, esté justificado, pero decirlo en la entrega del Premio Nóbel de la Paz, no parece el lugar más adecuado para ello. Como rezaba una de las pancartas que han recibido al flamante presidente Obama: “Ya tienes el premio, ahora gánatelo”.

Esperemos que así sea.

Publicado por Ferran Martinez i Garcia, el 12 de diciembre de 2009